Quince años tiene mi blog. En algún momento pensé que se moría, víctima de las redes sociales, Twitter, Facebook, Instagram, ya saben. Pero aquí sigue; aunque más sosegado. He comprobado que las tradiciones ayudan a mantener el ritmo de la vida sin olvidar las cosas importantes, como, por ejemplo, los Libros. Si cada vez me resulta más difícil escribir, poco menos me pasa con lo de leer,